fbpx
Menú Cerrar

BOOK WEEK 2021

PEQUEÑA REFLEXIÓN PARA LA SEMANA DEL LIBRO

Ayer me encontré un libro de arena y me perdí en sus páginas. Era un libro extraño, al parecer le perteneció a un hombre que vivía en una balsa de piedra y que se lo había comprado a un profesor de literatura ciego; antes de que perdiera la cordura, por haber vivido un amor en los tiempos del cólera.

Estaba conformado tan solo por páginas impares, le faltaban las letras mayúsculas y las vocales abiertas estaban escritas de cabeza. Debo confesar que me encantó. ¡Qué maravilla de libro! Era la máxima expresión de lo que es la literatura.

En una de sus historias vislumbré lo fantástico. Un hombre había sido cautivado por el beso de la mujer araña y esta, gracias a ese beso; se había sentido como Abejacán el bojarí en Tlön, Uqbar, Orbis, Tertius.

 Un solo libro, un solo texto y he descubierto en sus páginas tanta maravilla. Descubrí, por ejemplo, que Única siempre está mirando al mar, que la vida es imperecedera en algunos lugares gracias a las intermitencias de la muerte, que el amor es una Odisea si no queremos convertirnos en héroes perezosos; que solemos soñar como detectives salvajes si deseamos descubrir de donde viene la retórica del caballo de Troya y que no vendemos puro humo, si defendemos como el Cid Campeador a la literatura.

No suelo asustarme con facilidad, ni por la guerra del fin del mundo; ni por la noticia que Ángela Vicario me diera en nuestra conversación en la catedral, pero si existiera algo que me atemorizara un poco, eso sería un mundo sin libros; porque recordemos que, aunque tengamos cien años de soledad, siempre podremos contar con la compañía de los libros.

                                                                                                            

Profesor Aldo Mc Adam Campos